Cuando vayamos a pasear, hay que tener cuidado con las barbacoas

Hay algo que siempre pasamos desapercibido cuando llega el verano, las canciones y vamos de turismo y son los accidentes por imprudencia o desconocimiento. Ante ello, el Doctor Mira señala, que al retornar a Valencia como cirujano plástico, llevó el Centro de Grandes Quemados de La Fe durante un año, al que llegaban numerosos pacientes: fallas y barbacoas.
Ante tal situación, tocó indagar en una presentación del mes de abril del año 2006 en la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer en la que se demostró algo abrumador para los fanáticos de las barbacoas:
El PhIP, se trata de una sustancia química que se encuentra en la barbacoa de carbón, la misma es agregada a los alimentos de las ratas, las mismas llegaban a desarrollar cáncer en los intestinos, bazos y próstatas tan solo en cuatro semanas.
Las HCA, son aminas heterocíclicas, que también son producidas cuando la carne se carboniza. Dicho compuesto llega a incrementar el riesgo de cáncer de mama, estómago, colon y próstata.
Los HAP, hidrocarburos aromáticos policíclicos, producidos al quemar grasa de pollo, pescado o carne llegan a dañar los pulmones, el hígado, la piel y el tejido renal.
Pero ante ello, lo mejor es no entrar en pánico pues los seres humanos llevan siglos disfrutando de su cocina a la brasa. Y continuamos vivos. Esperanzador. Sin embargo, no están demás algunos consejos para tener la mejor barbacoa nok más segura:
Limpiar la parrilla: de esta manera se eliminan las viejas grasas que sobran de las anteriores comidas.
Evitemos los líquidos o pastillas: esos que son derivados del petróleo al momento de encenderla
Tiempo adecuado: hay que esperar a que el carbón se prenda del todo, y que sea una brasa completa.
Lavarse las manos: es casi obligatorio mantener limpias las manos, pero además, se deben usar platos y tablas de cortar distintas para las carnes que están crudas y las que ya están cocidas. Asegurémonos de lavarnos las manos de nuevo antes de ponernos los guantes de barbacoa que son largos y resistentes al calor.
Cortar la carne: debemos eliminar en su mayoría la parte de grasa que trae la carne ya que menos grasa implica menos HAP.
Usamos adobos: estos llegan a proteger la carne de la carbonización. Mantengamos siempre el adobo en la nevera hasta que lleguemos a usarlo.
Precocción: hacemos una cocción antes de proceder a asar a la parrilla, sobre todo para esos alimentos que ya vienen preparados. Así mismo, hay que evitar llevar las carnes directamente del congelador a la parrilla.
Corte: de preferencia se corta la carne en trozos pequeños, pues la idea es que se cocinen mejor.
Voltear: preferiblemente se usa el fuego lento ante lo cual se giran las hamburguesas, filetes, chuletas o pollo de manera constante y así se cocinan y salen doradas.
Termómetro cocina: además de ser económicos, pueden ser usados siempre, y tendrás éxito con tus grandes asados. Debemos buscar uno que en su escala de temperaturas se encuentre la que es adecuada para cada carne.