Un viaje de perro

Son diversas las razas de perros que en la actualidad pueden gozar de un merecido viaje a cualquier parte del mundo, como por ejemplo un Bretón español blanco y negro, incluso muchos se han hecho famosos mostrado a los demás caninos la posibilidades que tienen a la hora de hacer turismo dentro y fuera de su país. 

En medio de todo, un dueño de mascota debe saber inicialmente que este debe contar al menos con el mínimo entrenamiento para facilitar las cosas. Otro aspecto a destacar es el de adoptar una mascota, pues se estima que al menos en España se abandonan más de 100.000 mascotas cada año, cifra que se incrementa con la llegada del verano y el aumento de la demanda de cachorros por el confinamiento severo. 

Estadía y paseos con mascotas 

Dormir: en España no es posible encontrar un destino ‘5 estrellas’ que sea en su totalidad ‘dog friendly’. Cuando se hace turismo, inicialmente cuando se llega a un destino, es dormir. Por ejemplo, en Cáceres es posible encontrar una buena oferta de hoteles, aunque en Toledo existe solo uno en el centro histórico. Se ha llegado a calcular que en España solo el 16% de los hoteles admiten mascotas, mientras que en Europa esta opción alcanza el 40%.

De manera que, lo recomendable es que el perro se acostumbre a dormir en la casa de familiares o amigos con el objetivo de que un hotel no le sea extraño y no ladre. Otro consejo es llevar una toalla por si el perro se moja pues no se debe usar las de los hoteles; además de una sábana para tapar el sofá del lugar donde nos alojamos evitando dejar pelos; chubasquero por si llueve; crema para las almohadillas de las patas, entre otros. 

Comer o tomar algo: En su mayoría, un restaurante acepta mascotas sí el dueño lo quiere, pero numerosos empresarios tienen la creencia de que está prohibido. «Desconocen que, salvo excepciones como Aragón (que lo prohíbe), la legislación da libertad. 

Museos: Antequera y Alba de Tormes abrieron museos y monumentos para visitantes que lleven perros educados. En Albacete resulta posible acceder al Museo de la Cuchillería y al Pedagógico y del Niño. En Potes, a la Casa del Oso, aunque no se puede entrar a la Alhambra con nuestra mascota.

Transporte: se podría decir que al menos la mitad de las líneas de autobuses de Palma de Mallorca, aceptan perros que esten atados y con bozal (dos por bus), situación que es realmente inédita en España, y otras pocas ciudades, como San Sebastián, también admiten perros que sean pequeños en brazos. En el caso de los metros de Madrid y Barcelona desde hace años son ‘dog friendly’, a diferencia de ciudades como Sevilla y Valencia. En relación a los lugares de compra, el 30% de los centros comerciales admiten mascotas, aunque es posible encontrar comunidades donde no hay ni uno.

Playas caninas: estas suelen ser zonas de costa a desmano, que están colmadas de piedras o bien, que no son aptas para el baño de las personas. En tal sentido, hay que valorar ejemplos como los de las comunidades de Galicia, Asturias o Cantabria.

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